Manejo geoambiental de la Cuenca del Río Frío, Sector Cajicá – Chía –Cota
Ecosistema restaurado en el sector Puente Peralta – Puente Zapata (1/05/2015)
Manejo geoambiental de la Cuenca del Río Frío, Sector Cajicá – Chía –Cota
El profesor (P) Sergio Gaviria nos presenta algunos aspectos geoambientales de la Cuenca del Río Frío, afluente del río Bogotá, incluyendo un análisis acerca del manejo de la autoridad ambiental CAR para su adecuación hidráulica, manejo que podría afectar el equilibrio mismo del cauce.
El río Frío circula por la planicie de la sabana de Bogotá en los municipios de Tabio, Cajicá, Chía, Cota y desemboca en el río Bogotá en el sector de Las Juntas. A raiz de las inundaciones de 2010-2011 cuando se presentó el fenómeno ENSO de alta intensidad, se produjeron emergencias por inundación en algunos sectores de Chía. Varias urbanizaciones y la Universidad de la Sabana que fueron construidos en el valle aluvial de los ríos Bogotá y Frío, sufrieron un duro golpe pues fueron construidas en zonas inundables.
Los suelos clasificados como hidromorfos que aparecen en el mapa de la cuenca alta del río Bogotá (IGAC, 1968) muestran la extensión de las zonas anegables que corresponden a los valles de inundación de los ríos Bogotá y Frío. Los jarillones construidos a lado y lado del río Bogotá tratan de controlar la entrada de aguas desde el río durante las crecientes para proteger extensos terrenos de uso agropecuario, la Universidad de la Sabana y algunos conjuntos residenciales. Por el contrario, el río Frío posee un valle de inundación muy estrecho que en la mayor parte del recorrido corresponde a su ronda natural. Solamente frente al casco urbano existen hoy en día numerosos conjuntos residenciales.
La Estructura Ecológica Principal de la región, concebida por el profesor Thomas van der Hammen para la CAR (1998), recomienda para estas áreas la regeneración del bosque de ronda, con especies nativas que resisten los ciclos naturales de inundación. Por ser un río de planicie, el aporte de sedimentos es bajo, el cauce es profundo y las zonas de inundación limitadas. Un manejo no invasivo del cauce con trabajos manuales de limpieza para eliminar especies acuáticas exóticas como la elodea canadiensis y el retiro de troncos de árboles caídos, sería suficiente.
Sin embargo, en un concepto de ingeniería hidráulica que considera los ríos como canales de evacuación de aguas y no ecosistemas vivos, la CAR y los municipios invierten ingentes recursos para dragar el río y perfilar los taludes, destruyendo el equilibrio. Las márgenes del río se desestabilizan, el material retirado es acumulado en la ronda que se rellena y ocupa los espacios naturales de alivio de las crecientes.
Adicionalmente, con el aumento incontrolado de la urbanización sin acometer previamente las obras de conducción y tratamiento de aguas residuales, estas se conducen y descargan directamente al río, en contravención con toda la legislación ambiental. Esta situación, en lugar de disminuir como consecuencia de la sentencia judicial que obliga a la recuperación del río Bogotá, contamina aguas cada vez más arriba sus afluentes hasta el día de hoy, sin que la autoridad ambiental intervenga efectivamente en su protección.
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Quisiera saber cuál es el riesgo de inundación de los conjuntos residenciales que se encuentran en rio frio y Bojacá